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martes, 6 de noviembre de 2012

El mito de Dragon Ball Z

Dragon Ball Z
Probablemente sea una de las sagas de la animación japonesa más rentables de la historia. Millones de personas han seguido sus episodios en todo el planeta. Se trata de Dragon Ball Z, secuela de Dragon Ball, manga creado por Akira Toriyama, que un día como hoy en 1989 inició su transmisión a través de Fuji TV, cambiando para siempre la historia de la animación.
Dragon Ball se inició como manga el 3 de diciembre de 1984, por lo que aún hay que esperar un par de años para celebrar su 30 aniversario. El manga se vendió hasta 1995, aún cuando millones de fans en todo el mundo deseaban (hasta ahora lo quieren) más secuelas.
La historia narra las aventuras de Son Gokú, un niño extremadamente fuerte que desea convertirse en un excelente luchador. Noble e ingenuo, Gokú es uno de los personajes más queridos del anime. Su camino – desde su entrenamiento con el maestro Roshi, las batallas en Namekusei, la familia que conforma, sus numerosas muertes y resurrecciones, etc – para convertirse en el hombre más fuerte del Universo han inspirado a miles.


El anime de Dragon Ball se transmitió entre el 26 de febrero de 1986 y el 12 de abril de 1989. Debido a su éxito, pronto llegó la segunda parte titulada “Dragon Ball Z”. Con 291 episodios, la segunda saga logró superar el éxito de la primera y hasta 1996, pese a los deseos de sus fanáticos, la historia llegó a su fin.
La franquicia de Dragon Ball todavía dio lugar a otro anime que lleva el título de “Dragon Ball GT”, una serie que si bien mantiene a los personajes originales, no lleva el signo de Akira Toriyama, quien ya fatigado por la historia se mantuvo al margen. Hace solo un par de años, el anime regresó a las pantallas como “Dragon Ball Kai”, nuevamente sin novedades de Toriyama para decepción de los seguidores.

¿Por qué Dragon Ball Z cambió la historia de la animación japonesa?
Si bien en la historia previa del anime, varios títulos habían logrado pasar las fronteras y ser populares, fue Dragon Ball Z, el principal motor del boom de la animación nipona en la década de los 90 en Occidente. En el Perú, el fenómeno dragonbolero superó a otros como Saint Seiya (Caballeros del Zodiaco) o Captain Tsubasa (Supercampeones) y hasta ahora es el anime referente. Dragon Ball abrió las puertas en grande en este lado del mundo para la llegada de nuevos títulos como Sailor Moon, Pokemon, Digimon, Evangelion, etc… no podríamos hablar en la actualidad de Naruto, Bleach o One Piece, sin referirnos primero a Dragon Ball Z.
Sin lugar a dudas, durante más de 20 años Dragon Ball se coronó como la representación del anime en el mundo. Niños, jóvenes y adultos vivieron las aventuras de Gokú y compañía en sus interminables batallas para salvar la Tierra. Pese a la crítica por supuestamente incentivar la violencia, gran parte de su popularidad se basa en los valores que reafirma. La clásica lucha de los buenos contra los malos sirve de plataforma para revalidar la perseverancia, la idea de no rendirse ante la adversidad, seguir luchando con pasión para alcanzar una meta, la importancia de la amistad y los vínculos familiares, el trabajo en equipo y también la individualidad

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