Con Ieyasu al mando, la paz llega a Japón, y se establece una nueva sociedad basada en la ética samurai de obediencia y lealtad. William Adams llega en 1600 y se convierte en el primer inglés en pisar tierras niponas, y el shogun, impresionado por sus barcos, le pide ayuda con su propia flota. Ieyasu expulsa a los portugueses y españoles de su tierra, y al morir, ha establecido un sistema de clases estrictamente controlado.
Su nieto, Iemitsu, gobernará con mayor severidad y aumentará el control sobre el poder y el movimiento de los daimyo y sus inquietos ejércitos samurai. En 1637 los campesinos empobrecidos y los cristianos perseguidos estallan de ira en la rebelión de Shimabara y miles de ellos mueren; para evitar más problemas debido a la influencia extranjera, Iemitsu cierra Japón al mundo occidental, y así permanecerá más de 200 años.
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